Cerró la noche
sus ojos…
para no ver la despedida.
Para no empañarse nostalgia
mirando a la luna,
alejarse furtiva
entre festones dorados y púrpuras
entre lentejuelas de estrellas
amanecidas.
Cerró la noche
sus ojos…
para despertar día
pestañeando gotitas cristalinas
durante la despedida.
Le quedaron…Secretos,
su diálogo con la luna…La complicidad
en susurros compartida, mientras;
tras las cortinas, espiaban
aquella alcoba de la esquina,
desde el amor,
toda dicha, encendida.
Carmen del Valle Picardo