A
veces…a veces…
cuando
la vida me arropa de invierno;
rayos
de sol, llegan a mí;
tus
besos…
Esos
besos espontáneos, frescos,
fugitivos
de la razón y de los recuerdos…
Y…me
acarician, gotitas,
los
dulzores muy adentro.
A
veces…me embriago hasta los huesos
en
las recién nacidas ternuras
que
adivino en tus besos.
Entonces…mis
paisajes cenizos
se
iluminan y
reverdecida
vuelvo
a
despertar en primavera
de
nuevo.
Carmen del Valle Picardo