Me
hundo en tus ojos
de
agua dulce y mareas
para
emerger
efervescencia
púrpura.
Espuma,
yo entera.
Nos
redimimos.
Los
dos, gritamos culpas
deshilachándonos
hasta
quedar pequeños
y,
de a dos; remendándonos.
Carmen del Valle Picardo