Duérmete
niñito, duérmete…
Es
tu madre quien te canta.
Es
su voz la que te nombra
angelito
de su alma.
Ya
llega el sueño, niñito,
despacito
en manos blandas.
Es
tu madre quien te arrulla
bendiciendo
tus mañanas.
Dormidito
estás ya niño.
Tu cunita
brilla blanca.
Es
tu madre quien te abraza.
Su
regazo, tierra santa.
Carmen del
Valle Picardo