Quiero cantar al hombre
que se regocija en la palabra…
Que hace de cada día
un pesebre de esperanza.
Quiero cantar al hombre
que del dolor se levanta
entero
y espiga de bienaventuranzas.
Quiero cantar al hombre
que ríe, que sueña,
que tiende manos para hermanar almas.
Que no se desarma…
Que permanece faro aún
en las tempestades bravas.
Carmen del Valle Picardo